Escribo este post para ayudarme a comprender la gran imbecilidad que estoy haciendo, si, parece mentira ¿verdad? Pero esas tres o cuatro horas me tienen absorbidas.
Leo las líneas que escribo y pienso que solo una madre obsesiva podría haberlas escrito, en serio ¿soy yo? Mi obsesión por esas tres o cuatro horas solo me crea ansiedad a la hora de la comida y si no come...uffff si no come...
Pobre niño, pensaría si leyera este post en otro blog, incluso me atrevería a comentar " déjale que coja hambre" pero no... Esa obsesión por que coma es como una tira cómica en mi cabeza donde en vez de niño hay un pavo y hay que rellenarlo.
Mi niño ni está bajo peso ni gordito, aún así sigo con el ritmo de esas tres o cuatro horas.
Soy consciente de que unos días se tiene más hambre que otros, otros días comes un poco más tarde porque desayunas más que otros días, incluso hay días que no comes porque te sientes empachado. Pero sigo sin aplicarlo a mi hijo.
Una cosa quiero dejar claro, nunca le he obligado a comer, ni a las buenas ni a las malas, si que cuando me tira la cuchara a la cara y me llena de papilla me enfado y le vuelvo a llenar la cuchara por si suena la campana y abre la boca... Pero no, la campana nunca vuelve a sonar...
Es un niño de buen comer, le gusta todo y le gusta probar cosas nuevas aún así me obsesiono en que coma y coma bien. Es absurdo ¿verdad?
Nunca me había importado tanto la comida como hasta ahora que soy madre. Me daba igual comer una cosa que otra, pero ahora miro todo lo que comemos y sobretodo lo que come mi hijo.
Escribo este post para darme un poco de tregua con este tema, es una autoayuda, me parece perfecto que la leas y luego pienses lo loca que puedo estar, pero a mi me ayuda cada línea que escribo y leo, porque espero poder dejar de lado a esas tres o cuatro horas y sentirme libre.
Libre sin horarios, sin tener que rellenar al niño como si fuera un pavo.
Bueno os dejo que el niño tiene que comer! 😜
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