dimarts, 26 d’agost del 2014

Cuéntame un cuento....

Hace tiempo que quiero escribir sobre este tema, ya que me encantan los cuentos infantiles; voy a una librería y no puedo irme sin pasar por la zona infantil y ahora que tengo a mi niño ya tengo la escusa perfecta "vamos a ver que libro le puedo comprar al peque" y ya no hay negativa por parte de mi marido.

Desde que nació mi pequeño le he ido contando cuentos infantiles cortos, al principio no paraba atención, después ya empezó a mirarme y ahora con cuatro meses cuando empiezo el "había una vez..." Con la entonación adecuada empieza a reírse , no se sí es por el simple hecho de hablarle cerca de su cara y oír los diferentes tonos de voz que le hago dependiendo de los protagonistas que van hablando o simplemente por el placer de escuchar un cuento. Yo quiero creer que le encantan los cuentos que le explico y por eso se pone tan contento.

Es verdad que los bebés no entienden los cuentos como un niño de cinco años pero perciben el cuento como el hecho de que le estamos dedicando un tiempo para él, lo interpreta como un acto de amor, y así se van estableciendo lazos de afectividad. También va explorando y desarrollando los sentidos con los tonos y volumen que ponemos cuando le contamos un cuento, con las ilustraciones que ve en los libros cuando le señalamos que esa imagen es una gallina con sus pollitos o un perrito comiendo un hueso. Los bebés tienen una esponja por cerebro, y los cuentos que les contamos les ayudan a ir adquiriendo vocabulario, a desarrollar la memoria y fomentar la imaginación.

Investigando por internet he llegado a la conclusión que a los niños hay que leerles cuentos siempre. No hay que esperar a que empiece a hablar para introducirle en el mundo de los cuentos, es más, se recomienda leer cuentos a los niños desde que nacen hasta al menos los tres años.

Los beneficios de esta actividad tan familiar son muchísimos pero yo destacaría la estimulación y la adquisición del lenguaje. Leer con regularidad cuentos a niños pequeños desde su nacimiento estimula de manera óptima su cerebro y refuerza la relación con los padres en un momento crucial de su desarrollo. 

Según los neurólogos, una parte importante del desarrollo del cerebro se da durante los tres primeros años de vida. La estimulación adecuada del niño durante los primeros tres años de vida contribuirá a desarrollar sus aptitudes y capacidades. Y eso implica también la lectura. 

Un estudio asegura que a los bebés a los que se les ha contado cuentos, cantado nanas y canciones infantiles se convierten en niños más despiertos, más seguros afectivamente, y tienen más probabilidades de ser en el futuro buenos lectores.



Estrategias para tener el éxito asegurado:


• Bebés de 0 - 6 meses:

Puedes aprovechar sus momentos de tranquilidad para leerle un cuento. No te preocupes por la complejidad del contenido de los cuentos ya que, en esta edad, lo que más le gusta al bebé es sentir tu voz y tu cariño.

La entonación de tus palabras ha de ser suave y con esa musicalidad que caracteriza a tu voz cuando le hablas.

Puedes tomar al bebé en brazos y contarle los cuentos que conoces o que vas aprendiendo o, por supuesto, se los puedes leer.

Si el cuento contiene canciones, nanas o rimas tienes el éxito asegurado.

A partir del cuarto mes el bebé ya es capaz de distinguir un rostro feliz y otros rostros que demuestren distintos tipos de gestos (la sorpresa, el enfado o la indiferencia). Así pues, puedes utilizar los gestos de tu cara como una estrategia más.


Bebés de 6 - 9 meses:

Entre los siete y los nueve meses comienzan a captar algunos fragmentos de la lengua materna. Es importante que les contemos el cuento de una  manera tranquila y pausada.

Al bebé le gusta que le cuentes y que le cantes. También le fascina escuchar música. Así es que los libros que incluyen juegos y canciones resultan muy adecuados sobre todo en los momentos previos al sueño.

Convertiremos el cuento en un juego cuando se trate de libros con ilustraciones de animales. Más que la propia historia le sorprenderá que le enseñes el sonido que emiten los protagonistas (perro: “guau”. vaca: “muuu”) y que el bebé disfrutará imitando hasta que por fin consiga establecer la relación que hay entre el animal (por ejemplo, la vaca) y el sonido que le caracteriza (el mujido).

Le mostraremos las ilustraciones en todo momento. Les llama la atención los dibujos complejos y los pequeños detalles. Les iremos señalando el dibujo al mismo tiempo que lo nombramos. Repetiremos esta acción tantas veces como sea posible. Llegará un momento en el cual el bebé señalará el dibujo que representa al objeto, animal o persona cuando le preguntemos dónde se encuentra.

Al final de esta etapa de edad ya podemos ponerles a su disposición los llamados libros interactivos. Los más adecuados son los de tela o plástico porque son irrompibles y mucho más agradables para ellos. Resultan más apropiados aquellos que tengan distintas texturas, puesto que el bebé ya empieza a distinguir algunos materiales al tacto, que aquellos que contienen dispositivos que emiten sonidos al ser oprimidos por el bebé. 


• Bebés de 9 - 12 meses:

Cuando se acerquen a la edad de 12 meses, como la comprensión del lenguaje ha mejorado mucho, podemos contarle cuentos que traten sobre normas, prohibiciones, órdenes y otras frases que habitualmente utiliza el adulto con él.

Cuentos que contengan elementos repetitivos y frases que se puedan cantar.

Cuentos con gestos (asentimiento, negación con la cabeza, despedida). Estos gestos culturalmente determinados aparecen en el sexto mes.

Cuentos que “tengan como protagonista” el sonido de una letra: “p”, “t”, “m”. Hacia los 10 meses aparece la imitación correcta de los sonidos. A los 12 meses ya es normal que el niño pronuncie correctamente estas consonantes.

No nos olvidemos de que al bebé le sigue gustando imitar sonidos y que le enseñemos sonidos nuevos para poder reproducirlos. Ya puede imitar acciones sin que las tenga que ver u oír previamente. Ante el sonido de la música, del batir palmas, o de una canción, comienza a moverse como si bailara. 


Niños de 1 - 2 años:

Cuentos o canciones que se puedan representar con gestos sencillos (por ejemplo, cruzar y descruzar los brazos, frotarse las manos) y que el niño ya puede imitar correctamente.

Aparece el juego simbólico, resultarán apropiados cuentos que relaten historias que tengan que ver con la vida cotidiana del niño y que podamos transmitir a través de gestos al mismo tiempo que los mencionamos.

Como ya tiene cierta autonomía, existe la posibilidad de dejar que disfrute solo –aunque con nuestra vigilancia– con aquellos libros que entran en la categoría de “juguetes didácticos” ya que les permitirá poner en práctica ciertas habilidades.

Escogeremos cuentos de imágenes cuyas ilustraciones podamos relacionar entre sí, por ejemplo: una manzana y un gusano,  una gallina y un huevo, un niño y una pelota ....


• Niños de 2 - 3 años:

A esta edad:

- Le gusta mirarte a la cara, atendiendo a los gestos que pones.

- Es capaz de recordar historias sencillas y, alrededor de los dos años y medio, entiende relatos y expresiones del lenguaje más complejas.

- Ya señala perfectamente las imágenes de los libros.

- Recuerda rimas y canciones sencillas, y reproduce los gestos que las acompañan.

- Sabe si nos hemos saltado una página de su cuento favorito.

Libros con ilustraciones: No todos los libros que pongamos en sus manos tienen por qué relatar una historia.

Vocabulario: Contamos con libros que se orientan a la adquisición de vocabulario del bebé a través de fichas con ilustraciones. A los dos años, tiene un vocabulario de 50 palabras pero comprende el significado de cientos de ellas  así es que podrá ir nombrando los dibujos que contiene el libro e incluso, a partir de ellos, será capaz de inventar historias sencillas.

Números: Comienza a comprender el sentido de cantidad. Cuando habla añade siempre “s” a las palabras para hacer el plural. Por lo tanto, podremos ir introduciendo libros que contengan elementos numéricos.

Las partes del cuerpo: adquiere conciencia de sí mismo. Ya sabe si es un niño o una niña y distingue las partes del cuerpo.

Los colores: Clasifica las cosas a partir de una característica simple: separa lo rojo de lo azul, por ejemplo.

Contrarios: Distingue grande-pequeño, ancho- estrecho, arriba y abajo... 


• A partir de los 3 años:

Comienza a utilizar palabras como “si...” y “porqué”, así es que tendrá especial interés en los cuentos con moraleja claro que esto requiere una conversación posterior a la lectura del cuento.

Empieza a adquirir la conciencia de las explicaciones y de la negociación. Por ello, hará preguntas acerca del mundo que le rodea (la época de los “porqués”). Los cuentos que podemos escoger para esta etapa son aquellos que transmitan aprendizajes sencillos adecuados para la edad.



diumenge, 24 d’agost del 2014

La importancia del masaje infantil

El masaje infantil es uno de los métodos más agradables para estableces los primeros vínculos con tu hijo y consolida la relación entre padres e hijos, favoreciendo la relajación y intensifica la capacidad de amar, de dar y recibir con generosidad y respeto.
Los masajes que se realizan con frecuencia despiertan el interés por el placer del tacto y dan la oportunidad de expresarse y ser comprendido, así pues benefician tanto al niño como al adulto que realiza el masaje.
El masaje es indispensable para un crecimiento infantil sano y feliz.

El masaje proporciona grandes beneficios para tu hijo, algunos de los más destacables son los siguientes:

- ajuda al aprendizaje de los ritmos y horarios

- relaja y favorece el descanso

- ayuda a eliminar gases, a hacer la digestión y mejora el estreñimiento

- estimula y mejora el sistema inmunológico y crea defensas

- las funciones digestivas, circulatorias y respiratorias se regulan y refuerzan

- propician un mejor equilibrio y el desarrollo del sistema nervioso

- el tono muscular se fortalece y es de gran ayuda en el desarrollo físico e intelectual

- da seguridad al niño y así pues una autoestima más alta

- vínculo afectivo positivo con los padres

- ayuda a conciliar el sueño

- facilita el conocimiento corporal

- promueve la estimulación sensorial

- mejora la piel de tu hijo

- equilibra la respiración 

- calma las incomodidades de cuando salen los dientes

- favorece al conocimiento de las necesidades y deseos del niño

- tranquiliza a los padres

- es una experiencia de placer para el niño como para sus padres

- estimula la producción de oxitocina

Según estudios, el contacto físico beneficia el centro de equilibrio del cerebro y este beneficio se produce cuando el niño está en movimiento. La estimulación táctil puede aumentar la inteligencia y la capacidad de aprendizaje del niño.

Existen dos tipos de masajes, el directo y el indirecto

• masaje directo: es aquel que realizamos con las manos sobre la piel del niño.

• masaje indirecto: se utiliza un objeto entre la piel del niño y nuestras manos para facilitar la comunicación y el contacto con el niño.
Éste se realiza con imaginación, atrayendo la atención del niño. Algunos recursos son los juegos de falda, los cuentos infantiles tradicionales,  las canciones...
Y el material que podemos utilizar son varios ( plumas, globos, pelotas, caracolas, cocos...)

Siempre debes observar si tu hijo esta cómodo con el tipo de masaje que le estas proporcionando, si se muestra inquieto o muestra rechazo deberás cambiar el ritmo, hacer alguna pausa o dejar el masaje para otro momento.




dissabte, 23 d’agost del 2014

¿Sabes cómo elegir los juguetes más idóneos para tus hijos?


1. Los juguetes deben de ser educativos, este tipo de juguetes son una gran fuente de información para los niños.

2. Los juguetes deben de ser seguros y estar siempre homologados. Cerciórate de que están confeccionados con materiales que no se sean cortantes si se rompen, con colores sólidos y no tóxicos. Cuanto más pequeño es el niño, más grandes deben ser los juguetes y sus piezas. 

3. Cada juguete lleva asociado un rango de edad, pensado para adecuarse a las habilidades e intereses de los niños. Comprueba que el producto se ajusta a la edad y personalidad del niño, pensando en la finalidad y actitudes que desarrolla en su día a día, respetando su ritmo de aprendizaje, y procurando que disfrute con la nueva adquisición. 

4. La personalidad del pequeño es fundamental para escoger el tipo de juguete.

5. Los juguetes sencillos aumentarán los usos que se pueden hacer con él, desarrollando la fantasía del niño así como su capacidad simbólica. 

6. Asegúrate de que la compra sea 'segura' y a largo plazo. Nada de caprichos.

7. Los juguetes no son un 'arma' para corregir el comportamiento del niño. Son parte fundamental de su vida, procura no usarlos para premiarles o castigarles si se portan mal. 

8. El exceso de juguetes mata la fantasía y produce aburrimiento. Para evitarlo, es buena idea guardar parte de los juguetes de vez en cuando y volver a sacarlos unos meses más tarde. 

9. Los niños sienten la necesidad de estar acompañados por sus padres, especialmente cuando son pequeños. Hay que equilibrar esa necesidad con la estimulación de su autonomía y sociabilización.

10. En ocasiones, los niños se divierten más con cualquier objeto que encuentran en casa que con un juguete. En lugar de redirigir su atención hacia sus propios juguetes, anímales a explorar los límites de su imaginación, especialmente si el objeto les despierta curiosidad.


IMPORTANTE:

 • Para evitar heridas:

- Las flechas y las espadas con punta de metal no son juguetes y es muy riesgoso que las usen para jugar 
- Las pistolas de juguete no son juguetes, promueven la violencia y es mejor que no jueguen con ellas. En el caso de que las usen, los proyectiles no deben ser poderosos, deben tener puntas redondeadas y cápsula protectora. Solo pueden hacerlo los niños mayores de 8 años y que demuestren ser cuidadosos 
- Los juguetes de metal no deben tener ranuras ni bordes mal terminados. Tampoco deben quedar a la intemperie por que se deterioran al oxidarse 
- Los juguetes no deben tener bordes puntiagudos, filosos o astillas 
- Los juguetes de plástico de baja calidad suelen romperse, quedando con bordes en punta o filosos 
- Las tijeras deben tener puntas redondeadas y no deben ser filosas 
- Los aviones y helicópteros de juguete deben tener terminaciones blandas y redondeadas y las hélices deben estar firmes en su lugar 
- Los juegos diseñados para subirse en ellos deben ser estables para no volcarse o romperse con facilidad 
- Las tablas de planchar de juguete, las cunas y los carritos de muñecas deben poseer trabas que eviten que se plieguen mientras los niños juegan 
- Los juguetes no deben tener resortes o bisagras que puedan atrapar los dedos de los niños 
- Es recomendable andar en bicicleta recién a partir de los 6 años. La altura del asiento será la que le permita al niño apoyar sus pies en el piso. Siempre debe usar casco protector y circular por lugares sin tránsito vehicular 
- Los triciclos se recomiendan a partir de los 3 años. Las ruedas grandes los hacen más estables 
- Cuando juegan con patines o similares siempre deben usar casco y protectores de codos, rodillas y bucales 
- Enseñemos a los niños con nuestro ejemplo a guardar todos los juguetes en su lugar para evitar tropezones y caídas 
- Es conveniente que los juguetes sean irrompibles o durables. Es necesario reparar o eliminar los juguetes rotos o sus partes 
- Los espejos de juguete no deben ser de vidrio 
- Si el cajón de los juguetes tiene tapa, esta no debe caer o cerrarse libremente al soltarla 
- Un juguete no debe ser demasiado pesado para el niño 
- Los juguetes demasiado ruidosos pueden lesionar los oídos del niño 
- Las mascotas no son juguetes, debemos enseñarles a cuidarlas y a respetarlas


• Para evitar quemaduras y electrocuciones:

- Los enchufes y tomas de juguete no deben ser compatibles con los reales de electricidad 
- Los juguetes eléctricos no son convenientes para los niños menores de 8 años 
- La batería o transformador de los juguetes que utilizan energía no debe ser mayor de 24 voltios 
- Los juguetes no deben estar fabricados con material fácilmente inflamable 
- Los veladores y lámparas con motivos infantiles no son juguetes y deben extremarse las medidas de prevención como con cualquier otro artefacto eléctrico 
- Algunos equipos de química pueden causar fuego o explosiones por lo que debemos ser en extremo cautelosos y vigilarlos cuando los usen. No son apropiados para niños menores de 12 años 
- Los fuegos de artificio y la pirotecnia no son "para jugar". Nunca debemos dárselos a un niño


• Para evitar intoxicaciones:

- Los productos que contengan sustancias peligrosas no deben ser usados como juguetes 

- Hay que estar atentos a las pilas botón o baterías pequeñas que puedan escapar del juguete por caída o rotura y quedar al alcance de los niños con el riesgo de su ingestión 
- No se debe permitir que el niño juegue con soldaditos u otros juguetes de plomo 
- Algunos juegos de química pueden causar envenenamiento por lo que hay que ser extremadamente cautelosos y vigilarlos cuando los usen. No son apropiados para niños menores de 12 años 
- Las pinturas y tintas para pintar deben tener escrito en su etiqueta que no son tóxicas


• Para evitar ahogamiento y asfixia:

- Los juegos acuáticos inflables ( flotadores) deben tener válvulas de seguridad de manera que si se sale la tapa el aire no se escape. Hay que leer atentamente las advertencias y recomendaciones para su uso y nunca debemos dejar de vigilar a un niño en el agua 
- Los silbatos y los instrumentos musicales que se coloquen en la boca no deben tener partes pequeñas que puedan desarmarse 
- Nunca hay que dejar a un niño de cualquier edad jugar con globos rotos o desinflados. Tampoco debemos permitir que se lleven globos inflados a la boca.
- No hay que dejar que los niños duerman con juguetes que funcionan con pilas o baterías 
- Cuando se abre un juguete nuevo hay que tirar inmediatamente los envoltorios plásticos 
- Si el cajón de los juguetes tiene tapa, también tiene que tener ventilación por si el niño queda encerrado en él 
- El relleno de los juguetes no debe ser de pelotitas pequeñas, pueden quedar expuestas ante roturas del mismo


Es conveniente controlar periódicamente los juguetes en busca de roturas y peligros ocultos. 
Hay que reparar o eliminar los juguetes rotos porque constituyen un riesgo de accidentes



La estimulación temprana

El juego es necesario para el desarrollo integral de los niños y niñas ya que ayuda a desarrollar la imaginación, desarrolla habilidades intelectuales, también facilita el trabajo grupal y le ayuda a expresar las emociones.

Durante los primeros meses, los niños juegan con su propio cuerpo, juntan las manos, se toman los pies, chupan objetos. Necesitan juguetes que los ayuden a descubrir su cuerpo y a distinguir diferentes texturas, formas y colores. Entre los 6 a 8 meses, tratan de incluir en sus juegos a todas las personas que están a su alrededor y suelen demostrar afecto hacia otros niños.

Entre los 9 y 12 meses sus juguetes favoritos son aquellos que les permiten llenar y vaciar, tapar y destapar, entre otros.


Algunas actividades para potenciar la estimulación temprana en los primeros meses de vida de tu hijo:


- Cantarles canciones de cuna o de arrullo

- Pon el bebé boca abajopara estimular que mueva su cabeza de un lado para otro y el resto de su cuerpo.

- Mientras cambies a el bebé, masajéalo muy suavemente ayúdalo a que aprete tu mano, sino lo logra por si mismo luego tira para que el niño  trate de sentarse.

- Dejarlo en una superficie plana, para que gatee (apoyando y sin apoyar las rodillas), ruede y se mueva en forma libre.

- Muéstrale un objeto que sea de su interés, moviéndolo de un lado para otro, luego acércalo para que lo tome e imite lo que hiciste.

- Coloca varios objetos en un recipiente relativamente cerca, para que el bebé gatee hasta alcanzarlos, él podrá sacar, manipular, golpear, frotar, pasar de una mano a la otra, volverlo al recipiente,etc.

- Ayúdale a ponerse de pie, para que traccione y empiece a prepararse para caminar.

- Aplaudir tratando de acompañar un ritmo sencillo, para que ellos imiten los movimientos.



Entre el 1º año y el 2º manifiestan intereses por los materiales que manipulan y que les sirven para construir, lo que les permite desarrollar su capacidad creadora.

También realizan sus primeros trazos, aún ilegibles; no utilizan los dedos ni las muñecas para controlar lo que están dibujando y tampoco tienen control visual solo garabatean.


Algunas actividades para potenciar la estimulación temprana en los primeros dos años de vida de tu hijo:

- Agrupar: Pasarle cubos para que agrupe uno sobre otro (más de 3 cubos) o realizar construcciones con diversos materiales cajas, juguetes, etc.

- Jugar a los encargos: Utilizando indicaciones como: trae la pelota, lleva los colores, peina a tu muñeca, etc.

- Con palabras: Contarle un cuento sencillo o cantarle canciones tradicionales para que aplauda o baile al ritmo de estas.

- Jugar a donde están las partes de su cuerpo: ¿Dónde esta la nariz? ¿Dónde están las manos?, etc. ( luego reforzar diciendo “ahí está”)

- Jugar a las escondidas: El adulto se esconde en un lugar fácil donde el niño pueda encontrarlo y luego el niño se esconderá para ser encontrado ( al momento que el niño se de cuenta que lo vieron se le dice “ahí está”)


Es muy importante que se estimule siempre sus logros y le demostremos la alegría que nos produce cada pequeño progreso.