Este tipo de ecografías se realizan a través de la vagina, pero no supone un riesgo para la mujer ni para el feto en el caso de que el embarazo sea positivo, ya que la sonda no entra en contacto con el feto, por lo que es imposible que le ocasione daño alguno.
La ecografía transvaginal es indolora aunque puede causar molestias leves en algunas mujeres.
La ecografía transvaginal se utiliza durante el embarazo para:
- Evaluar casos de amenaza de aborto espontáneo
- Escuchar los latidos cardíacos de un feto
- Examinar la placenta
- Buscar la causa de sangrado
- Vigilar el crecimiento del embrión o el feto a comienzos del embarazo
- Ver si el cuello uterino está cambiando o abriéndose cuando el trabajo de parto está comenzando tempranamente
- Comprobar los valores normales, por ejemplo si las estructuras pélvicas o el feto son normales.
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