El ábaco

El ábaco es de esos "jueguetes" que deberían estar en todas las casas. Nosotros lo utilizamos mucho y cada vez vamos incorporando nuevas actividades a este juego. Empezamos con actividades muy sencillas y cada vez vamos avanzando en dificultad, así pues la mejor manera de comprender los diferentes conceptos es a partir de la observación y la experimentación.

Lo primero que llamó la atención a Biel fueron los colores de las piezas, las movía de un lado a otro, las hacía rodar, escuchaba el ruido cuando las hacía golpear entre ellas... Cuando los niños son más pequeños se divertiran simplemente jugando con sus piezas de colores, moviéndolas de un sitio para otro y haciendo ruiditos.

Cada vez Biel tiene más curiosidad así que el ábaco es un buen recurso para aprender los colores, aprender a diferenciarlos, aprender a nombrarlos, hacer series con los colores...

También hemos empezado a contar, yo cuento y él escucha mientras va pasando lentamente las piezas al ritmo de la seriación y así también trabaja la psicomotricidad fina y ayuda al desarrollo oculo-manual. 

Aún no dice los números pero los va interiorizando poco a poco mediante la repetición de esta actividad.

Es un buen recurso para aprender a sumar, restar, multiplicar y dividir. Es muy útil  cuando están aprendiendo a contar y para introducir conceptos como las decenas o las centenas. Más adelante les ayudará a comprender las distintas operaciones matemáticas ( sumas, restas, multiplicaciones y divisiones).

Psicomotrizmente con el ábaco los niños mejoran su destreza ya que desarrollan la coordinación oculo-manual al manipular las piezas. 

También desarrollan la resolución de problemas al introducir la lógica al juego, las relaciones espaciales, el pensamiento crítico y la comprensión de causa y efecto.

Como veis es un juguete que ofrece muchas posibilidades de aprendizaje a partir de las diversas actividades que se pueden desarrollar.